La culpable: la tienda de campaña

La culpa la tiene esta "enana" que me cabe en la sala por churro. Llevamos años yendo al monte de paseo, paseicos largos porque hacemos mil paradas y nos entretenemos con cualquier hormiga pero no dejan de ser eso, ratos de caminatas con agua y bocatas y tal. Yo que me contentaba con eso y pensé que no iríamos a más... Pero al enano se le antojó ir al monte con la tienda a "pasar el rato", cosa que con el tiempo ya hemos tenido oportunidad de comprobar que no está permitido así que nos limitaremos a usarla en camping o cuando sea que podamos.

La cuestión, que tras mucho mirar me decanté por la comodidad de dar una patada y que la tienda esté lista. Eso de ver a una chica super cuca montándola y desmontándola sin movérsele ni un pelo me inspiró y me lancé. Grande para dos y una miniguau, y como suponemos que nos pillará la mitad de las veces día lluvioso queríamos un pequeño avance para disfrutar sin mojarnos y poder echarnos calentitos en seco mientras contemplamos cómo jarrea fuera.

Fuente interesante cómo elegir la tienda de campaña y otra con mucha info en comentarios aquí.

Cuando vayamos a buscar una tienda para hacer rutas, pasar noche y seguir andando, ya elegiremos algo más práctico, compacto y pequeño para llevar en la mochila; porque este bulto es ideal para llevar en el coche, llegar, montar y volver a guardar, pero desde luego con ésto no se puede ir de paseo a la espalda.